Luego de 52 días de travesía, 5 argentinos cruzaron el Atlántico en 1984 con balsa para demostrar que navegantes africanos llegaron a América 3500 años que Cristóbal Colón.
Iniciaba la década del 80 cuando el abogado argentino Alfredo Barragán quedó particularmente intrigado por los rasgos negroides de las magalíticas “cabezas olmecas” presentes sobre la costa caribeña de México. Así, nació el sueño de probar que navegantes africanos (intencionalmente o no) llegaron a costas americanas 3500 años que Cristóbal Colón, empujados por los vientos alisios y las corrientes predominantes entre el norte de África y el Caribe. Todo llevó 4 años de preparativos.

Para la epopeya, Barragán y sus compañeros diseñaron una balsa de troncos de 13.6 metros de largo por 5.8 metros de ancho, sin timón y con sólo una vela cuadra, conformada por un simbólico retazo del velamen de la Fragata Libertad. (La recolección de los troncos de madera balsa en plena selva ecuatoriana y la posterior construcción de la embarcación en un astillero marplatense fue toda una odisea en sí misma).
Cómo únicos elementos de seguridad, llevaron una radio VHF (alimentada por un panel solar); un pequeño gomón con remos; una vela de repuesto, y un “cavo de vida” de 70 metros de largo que arrastraban a flote por si alguno de los tripulantes caía al océano.
La balsa, bautizada “Atlantis”, llevaba 60 bidones de agua, 27 barriles de comida, garrafas para cocinar y un botiquín médico para los 5 argentinos que partieron desde las Islas Canarias, frente a Marruecos, el 22 de mayo de 1984. (La balsa fue transportada a Canarias en el Lago Lacar, buque de ELMA que fuera desguazado años atrás en Campana y su chatarra fundida en la acería de TenerisSiderca)

La tripulación estuvo compuesta el propio Barragán, quien hizo las veces de capitán; Jorge lriberri, como segundo al mando; Daniel Sánchez Magariños, quien se ocupó de la navegación astronómica; Oscar Giaccaglia, de sobrecargo y cocinero; y Félix Arrieta, camarógrafo que registró todo el proyecto (y confesó al tercer día de navegación que no sabía nadar).

Incluyendo un temporal de 4 días al promediar el trayecto, la expedición concluyó 52 días más tarde, el 12 de julio de 1984 por la mañana, al hacer tierra en Puerto de la Guayra, Venezuela. La distancia recorrida fue de aproximadamente 3200 millas náuticas (unos 5 mil kilómetros).
Ya con tierra a la vista, durante una entrevista radial, Barragán expresó “Que el hombre sepa que el hombre, puede“, frase que figura al pie del monumento erigido en honor a la expedición en la ciudad de Mar del Plata, instalado en el sector conocido como el “Finisterre argentino“, ya que se trata del punto continental argentino más oriental sobre el Atlántico.

Barragán, nacido en Dolores en 1949, resumió el logro de la expedición de la siguiente manera: “Habíamos alcanzado un sueño. Pero durante esos 52 días estuvimos solos, nunca estuvimos tan desnudos y jamás fuimos tan poderosos. No había fuerza en la tierra que nos disuadiera de este sueño. Atlantis fue y es una invitación al hombre en creer en sí mismo. Es la prueba de que no hay imposibles si se lucha con convicción, planificación y perseverancia, en pos de un objetivo noble y bello”.
Estrenado en 1988 y traducido a 6 idiomas, el documental “Expedición Atlantis” está disponible en YouTube. 👉 https://www.youtube.com/watch?v=AwBCV1gNcME