Tras varios años de bajante continua del río Salado, hoy el espejo de agua juninense muestra la totalidad de su extenso lecho.
Luego de al menos tres años de sequías asociadas al fenómeno “La Niña”, la Laguna de Gómez hoy se muestra como un desierto. El espejo de agua que se encuentra a 12 kilómetros del casco céntrico de Junín, literalmente ha desaparecido y con ello el importante afluente turístico asociado a su balneario y Reserva Natural, lo que habitualmente genera más de 1000 puestos de trabajo directo en temporada alta.
Así lo muestra un video subido a la plataforma de YouTube que se ha viralizado en las últimas horas, aportando imágenes al pie del emblemático espigón (que desde 2022 se encuentra en reconstrucción) y hoy avanza hacia lo que, a simple vista, parece un extenso páramo sin agua ni vegetación.

El nuevo espigón de la Laguna de Gómez hoy avanza hacia la nada misma.
La Laguna de Gómez se alimenta del curso del río Salado que nace al sur de Santa Fe y desemboca en la bahía de Samborombón. Tiene una superficie que oscila entre las 3.500 y 4.000 hectáreas. Sus tranquilas aguas tienen una profundidad máxima de unos 5 metros en lugares muy específicos y alejados de sus costas, lo que permite una recreación segura a los bañistas, posibilita todo tipo de deportes náuticos, además de la pesca deportiva principalmente asociada al pejerrey.

Foto desde la cabecera del viejo espigón hacia la costa.
Según versiones locales, un fenómeno de similares características se registró en el siglo pasado, a fines de los años 60’s y principios de los 70’s. En ese sentido, expertos señalan que el fenómeno de “La Niña” ya habría cumplido su ciclo máximo promedio conocido, por lo cual el espejo de agua debería comenzar a recuperarse a partir de la próxima primavera. Sin embargo, la flora y fauna silvestre tardaría bastante más en volver a su volumen original.