La entrañable esquina cardalense resiste el paso del tiempo sin perder su esencia.

En el salón se exhibe el boleto de compraventa, firmado el 1 de abril de 1925. En la esquina de Rivadavia y 25 de Mayo, Alfino Di Yorio y Juana Basiglio daban alojamiento y comida, incluso disponían de un corral para que los arrieros de paso soltaran los animales.

Un cartel al lado de la puerta advierte: “En esta mesa, a principios del siglo pasado el Dr. Juan B. Justo daba charlas de alto contenido político”. También supieron sentarse en sus mesas China Zorrilla y Arnaldo André, Alfredo Distéfano, Antonio Carrizo y el turco Jorge Cafrune, entre otros notables.

El primer teléfono del pueblo aún sigue colgado en la pared desde 1921. También supieron tener el primer televisor. Cuenta la leyenda que fue en 1952 cuando un vendedor de televisores pasó por el pueblo no dudó en ofrecerle uno al bar. Desde ese día, y por mucho tiempo, medio pueblo se reunía en el bar para ver Canal 7: la programación se anunciaba en un pizarrón puesto en la vereda, junto al menú del día…

La vieja caja fuerte de don Alfredo, la espectacular y antigua cafetera a vapor que aun funciona, fanales del ferrocarril, una monumental caja registradora cromada y otros objetos históricos completan el paisaje de la entrañable esquina cardalense que resiste el paso del tiempo sin perder su esencia: desde marzo, cuentan con delibery de helados y hamburguesas de autor.

Claramente, un alto obligado para cualquier visitante que decida pasar una tarde diferente en Los Cardales.   

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