“En Campana, de 10 pacientes que me tocan, más de la mitad fueron abusadas de niñas o adolescentes por algún familiar. El violador es papá, es el tío, es el hermano, el abuelo, el padrastro, o ese amigo de sus padres”, señala la Dra. Salomé Baro, quien atiende en Lubo, La Josefa y Las Campanas. El Consultorio Inclusivo del Hospital Provincial de Zárate.
Por Damián Mengual
“El momento de la vida es muy especial, me puede” dice la Dra. Salomé Baro (47), quien dice preferir la Obstetricia por sobre la Ginecología, sus dos especialidades. “Es como más estresante… (ríe), me gusta más, tiene sus satisfacciones la mayoría de las veces. También es cierto que cuando las cosas salen mal nadie está preparado: ni la familia, ni los padres. Es un tema muy poco abordado. Me parece que hay que ponerle más énfasis al duelo perinatal. La muerte intrauterina, o la de un niño por nacer o a las pocas horas del parto, es muy complicada de gestionar emocionalmente”.
Así, Baro trae a la entrevista la no tan conocida Ley 27733 de “procedimientos médico-asistenciales para la atención de las mujeres y otras personas gestantes frente a la muerte perinatal” sancionada en 2023. También conocida como “Ley Johanna”, por Johanna Piferrer, quien en 2014 perdió un hijo deseado en la semana 33 de su embarazo. Tras vivir desinformación y maltrato, y se puso a trabajar para que ninguna otra madre pase por el calvario que ella le tocó.
La Ley Johana detalla derechos básicos tales como poder tomar contacto con el cuerpo sin vida durante el tiempo que la madre demande; poder pedir una autopsia; recibir contención psicológica. También habla de poder aceptar la pérdida en un ambiente de contención y cuidado, y con el acompañamiento de profesionales especialistas en la materia.
“La verdad es que los hospitales no están preparados para el duelo perinatal. No es fácil parir un hijo muerto o que muera horas después, y vos estás internada en la maternidad compartiendo una habitación con otras dos madres con bebés vivos. O te dormís y estás escuchando el llanto de 15 bebés… No es intencional, pero si lo pensás la circunstancia está al borde del morbo” explica Baro y agrega: “Tendría que haber una habitación aparte, en la que la familia pueda acompañar a esa mujer las 24 horas, para poder llorar con ella, contenerla, abrazarla… Tener 20 pacientes internadas con familiares acompañando todo el tiempo es muy difícil de manejar. Hablamos de higiene, comida, seguridad… Como sea, la Salud Pública no está preparada para manejar estas cuestiones, pero sí creo que podemos hacer excepciones en estos casos puntuales. En Campana y Zárate podríamos unificar criterios: empezar por poder mover de la Maternidad a esa mamá e internarla en un ala común donde no se escuchen llantos de niños, ni hablar que sus compañeras de cuarto estén amamantando. Sería un pequeño gran cambio para poder transitar ese duelo. Ideal si se designa una habitación para tal fin”.
Suena razonable y perfectamente posible, aunque también es cierto que en muchos casos haría falta una intervención arquitectónica específica…
La Maternidad de Pilar es un edificio bastante reciente. Se pensó desde cero, y no consideraron el duelo perinatal…
La Ley es muy joven, por ahí da para pensar que el tema no está visibilizado desde la academia.
Olvidáte… No sé ahora, pero cuando yo estudié no había perspectiva de género. Hay muchas cosas para cambiar, y no necesariamente implican dinero sino criterio y sentido común. Hace un par de años me invitaron al Congreso de Mujeres de la provincia y cuando me pongo a hablar de la anestesia durante el trabajo de parto, la peridural, me miraban como si estuviese hablando en Chino… y es que en el Hospital Público no existe la anestesia para el parto natural: se sigue pariendo como lo hacían nuestras abuelas en el campo.
Pero eso, ¿Es por una cuestión presupuestaria o una decisión sanitaria?
Presupuestaria. Y esto no pasa sólo en la provincia, estamos hablando a nivel país. Lo que quiero expresar es que mucha cesárea -que sí lleva anestesia- se hace para evitar el dolor y no por una cuestión necesariamente clínica. Entonces, de habilitarse la anestesia peridural, estaríamos bajando la cantidad de cesáreas que se hacen de manera innecesaria y evitando así las eventuales complicaciones asociadas. La OMS dice que la media es tener un 15% de cesáreas; mientras que en la Argentina ese número crece al 85% en el ámbito privado, y en el público la cifra ronda un 40%. Entonces, en la Argentina, la mayoría de las veces se hacen cesáreas porque la paciente se descontrola del dolor ¿Se entiende? Las pacientes tienen que tener la opción de poder elegir anestesia en el hospital público, y así lograr que haya menos cesáreas innecesarias y más partos vaginales.

“La verdad es que ni la academia, ni la carrera, te preparan para salirte de la heteronorma”, dice la Dra. Borao.
¿Cómo ve la Interrupción Voluntaria del Embarazo?
Por lo general, las mujeres no quieren abortar, en todo caso ahora se ofrece una instancia legal, segura y de contención. La Educación Sexual Integral (ESI) es la madre de todas las batallas. Más allá de cualquier prurito que puedan tener los padres, las estadísticas corroboran que la ESI es una herramienta valiosa: cayó muchísimo la cantidad de menores embarazadas y de niñas madres. Esto también hay que asociarlo al Plan de Prevención de Embarazo no Intencional en la Adolescencia (ENIA), donde también invirtió mucho dinero: hay mucho cuadernillo, mucha capacitación, y no tiene la repercusión que debería tener. Todo está subido en la página del Ministerio de Salud de la Nación. Yo prefiero que se hable y siempre que se cuiden a que una criatura tenga que cuidar a otra criatura. No pasa todos los días, pero he atendido a una nena de 12 años. Físicamente perfectamente podía pasar por una adolescente de 16, y de hecho su novio tenía 15. Vino a verme a la salita por el implante anticonceptivo. Puede sonar fuerte porque era una nena, pero ante el hecho inminente, es preferible que se cuide a correr el riesgo de quedar embarazada. Así, también, me tocó la interrupción de un embarazo, también con una nena de 12 años… Lo más importante de todo es la ESI, darles información y herramientas a los pibes y poder ayudarlos en el manejo de su sexualidad. Que entiendan que puede haber un embarazo, que ese embarazo puede llegar a término o no… pero que todas las decisiones que tomen sean desde el conocimiento, y no porque no sabían. Por eso, cuando vienen a mi consultorio, trato de romper cualquier barrera que tenga que ver con el pudor, y soy lo más clara posible. De hecho, cuando armo una historia clínica, voy detectando cosas en el discurso. En Campana, de 10 pacientes, más de la mitad, ponéle 6, fueron abusadas por algún familiar y adulto. El violador es papá, es el tío, es el hermano, el abuelo, el padrastro, o ese amigo de sus padres… Muchas pacientes se sorprenden cuando les pregunto si hubo abuso, porque es la primera vez que se lo preguntan en su vida. Y la verdad, no importa de dónde vengas, es que a las mujeres nos cuesta mucho encontrar el espacio para hablar de una cosa así. Hay toda clase de hechos, de los que se te puedan ocurrir. La última denuncia que hice fue con una pacientita de 16 años. Armando la historia clínica, yo pregunto, siempre, cuándo tuvo su primera relación sexual. Luego, pregunto si fue deseada o no deseada, y es ahí cuando les estalla la cabeza y se abren. En este caso, había sido abusada a los 11 años y con el novio de la mamá con el cual todavía convivía… La cuestión es que cuando ocurrió todo, la mamá tenía 34 y el novio de la mamá tenía 19… Yo le dije a la chica que mi obligación era denunciar el caso, y prefería que me acompañe, pero lo iba a denunciar de todos modos. La realidad es que no todo el mundo lo hace, en general prefieren no enfrentar el problema. Pero en estos casos una pone en juego sus convicciones arriba de la mesa: o soy una simple persona que cumple un horario y cobra un sueldo o soy médica, que es bastante más que diagnosticar y recetar remedios.
Al margen, y como para cerrar la escena, ¿Esa causa prosperó?
La mamá terminó excluyendo al novio del hogar, pero continuando la relación. La nena se embarazó de su novio, muy continente. Y tendrá sólo 16 años pero me alegro, porque se pudo de ir de esa casa de mierda. La realidad es que la Justicia hace dos o tres cosas, cuando las hace, y después a nadie le importa.
No sé si a nadie le importa (tampoco sé qué dice la norma), pero me suena que hay circunstancias, por lo complejas, que en la práctica parecerían inabordables.
Bueno, ponéle… Tenés el tema de la Violencia de Género, que también me toca… a vos te dan una perimetral ¿Y quién la controla? Nadie. Pero así como me quejo, también tengo que reconocerle a Abella que hay algo que funciona muy bien es la aplicación Alerta Campana. Te bajás la aplicación, apretás el botón de Violencia de Género y automáticamente te llaman del CIMoPU. La verdad es que es un recurso muy bueno que debería estar más difundido aún.
En agosto se armó el Consultorio Inclusivo en el Hospital provincial de Zárate, y usted es una de las profesionales a cargo. ¿Cuáles son sus primeras impresiones?
Nuestra visión es que el Consultorio Inclusivo sea la puerta de entrada no sólo para el paciente LGTB, sino también para el resto de los profesionales del Hospital a la temática. Que sepan que se pueden hacer las cosas de otra manera, que podemos incluir al todo el mundo. Me parece importante que evolucionemos de tal forma que lleguemos al día en el cual no haya necesidad de tener un consultorio inclusivo. Hoy por hoy sirve, desde que arrancamos en noviembre tenemos 40 pacientes lo que, para la zona, es una cifra considerable. También hay que decir que el colectivo no viene sólo por la cuestión hormonal. Hay un montón de cosas: bullying, no aceptación a nivel familiar, maltrato en general en diferentes ámbitos que incluyen al mismo sistema de salud… también es cierto que los jóvenes de ahora lo manejan de otra forma, están más armados, pero tengo pacientes de 40 ó 50 años que no la han pasado para nada bien. En el consultorio del hospital de Zárate tenemos el total e incondicional apoyo de la Dirección, lo que facilita muchísimo tomar decisiones.
¿Los Consultorios Inclusivos son compartimentos estancos?
Hay intercambio de información. Por ejemplo, en diciembre tuvimos un encuentro provincial con todos los equipos a cargo de consultorios inclusivos. Pero además, y dadas las circunstancias, nos da tranquilidad el signo político del actual gobernador, ves una continuidad en la política. Igual, con todos los recortes que estamos viendo, no sabemos qué va a pasar con los pacientes que están hormonizados.
¿La hormonización implica un tratamiento permanente?
No siempre. La persona se aplica hormonas contrarias al sexo asignado al nacer, con la finalidad de cambiar los caracteres secundarios: crecimiento del bello, cambio de masa muscular y alojamiento de tejido adiposo… hay un cambio de aspecto general, asociado a lo que esa persona siente, el género auto percibido.
¿Y los estabiliza emocionalmente?
Ayuda muchísimo. A ver… no es que las hormonas van a solucionar todos los problemas, pero lo que ves en el espejo está más alineado a lo que vos sentís por dentro. Es muy difícil no poder reconocerte frente a un espejo. También es cierto que hoy es un poquito más sencillo porque la sociedad está más preparada que hace 10 ó 20 años atrás. De hecho los adolescentes lo ven desde otro lugar, son más permeables a aceptar la diversidad. También es cierto que hay pacientes que vienen al consultorio y finalmente deciden no hormonizarse. Junto con Fernando Di Fermo, que es Endoclinólogo, pensamos que el Consultorio Inclusivo en un lugar primordialmente de contención y asesoramiento. Después vemos. En todo caso, hay cambios estéticos que se pueden hacer sin llegar a hormonizarse.
¿Qué hay de la calidad de vida del trans? Por años, el estereotipo pasó por un señor que se hace las tetas y se prostituye. La expectativa de vida rondaba apenas los 35 ó 40 años…
Está cambiando ese paradigma. Hoy estamos hablando de mucho adolescente de clase media terminando un secundario, e incluso con posibilidades de acceder a estudios superiores. Entonces, más allá de la Ley de Cupo, es muy posible que en 10 ó 15 años, los tengamos incorporados al mundo laboral formal, de manera orgánica. Esto no es casual, hay leyes, hay un acompañamiento del Estado, hay otro manejo de la temática, y hoy los chicos ya no lo viven como un estigma. No digo que no siga pasando, pero cada vez menos.
¿La hormonización implica irreversibilidad?
Depende. En el caso de las chicas trans, puede que haya un deterioro irreversible en la calidad del esperma. En el caso de los chicos trans, discontinúan la testosterona y vuelven a menstruar perfectamente.
¿Qué pasa con los niños?
En nuestro caso, hacemos la consulta y derivamos a centros especializados en el tema. En general se habla de inhibición puberal: el retraso en la primera menstruación en mujeres, retraso en la aparición de los primeros caracteres en hombres.
Me falta muy poco para ser declarado adulto mayor y sin embargo no termino de manejar ciertas decisiones que he tomado. No me imagino a un niño optando por la transexualidad.
Se entiende, pero en realidad hablamos de cuestiones que se definen a muy temprana edad y, claro, no debe ser fácil para los adultos a cargo. Con la inhibición puberal lo que se hace es retrasar la pubertad. No es algo que se haga frecuentemente, sino en casos muy precisos. Incluso está previsto no sólo para cuestiones trans, sino también para casos de pubertades precoces: hay casos de niñas que comienzan a menstruar y a crecerle mamas a los 7 u 8 años, lo cual está fuera de rango en todo. Como sea, la cuestión de fondo es la búsqueda del bienestar físico y psicológico del paciente.
Claramente, la transexualidad es un tema delicado por donde se lo mire…
Obvio… Pero no estoy sola ¿eh?, hay mucha gente que desde distintas disciplinas le entran al tema, tirando para el mismo lado, con una visión de género muy amplia. Por ahí faltarán recursos económicos, pero recursos humanos hay y cada vez más, incluyendo gente que lo hace por amor al arte, porque siente esto mismo que siento yo y se para en la misma vereda. A ver… incluso hay gente que, desde el anonimato, pregunta qué se necesita y pone plata de su bolsillo para que algunas cosas sucedan ¿Se entiende?
Entramos en el terreno de las convicciones…
Claro, una no puede ser en teoría una cosa y en la práctica otra. Yo milito el feminismo y desde ese lugar puedo decir que hay cosas con las que no podés hacerte la boluda, mirar para otro lado. Debe haber gente que lo hace, no es mi caso… trato que no sea mi caso. En general, creo que lo hacemos todos aquellos que trabajamos en la Salud Pública. Yo no me siento una autoridad en mi disciplina, pero sí estoy comprometida, sí le pongo el cuerpo. Todo el tiempo me estoy capacitando, no porque estoy en la “sub – sub espacialidad”, sino porque creo que me falta un montón de cosas y trato que desde donde estoy, la Salud Pública, y con lo que tengo, hacer lo mejor que se pueda. El tema de las minorías y de las personas con menos posibilidades me acercó al feminismo… pero es una cuestión amplia: trans, pobres, mujeres golpeadas… Es estar más atenta a grupos que por ahí muchas veces no tienen voz, o directamente no se les permite tener voz. También está en la mirada personal de cada profesional. Yo, por ejemplo, me capacité en Género y Salud Trans porque quise y porque lo pagué… Igual, es un tema que cada vez tiene más visibilidad. Por ejemplo, en noviembre tuvo lugar el primer Congreso de Salud Trans en la Argentina. Y la gente que vino a disertar del extranjero estaba muy sorprendida por la convocatoria, todos profesionales de diferentes áreas interesados en el tema. No es casual. Hay que pensar que el Matrimonio Igualitario ya tiene más de una década en la Argentina, y tenemos una Ley donde se despatologiza a la comunidad Trans… entonces es cada vez más evidente que hay un montón de gente que necesita de nosotros. La verdad es que ni la academia, ni la carrera, te preparan para salirte de la heteronorma.