Por Pablo Modarelli (*)

¿Tiene sentido hablar y recordar algo que pasó hace 214 años o hace 500 ó 1000?  Ninguno de los protagonistas está presente. Recordar lo sucedido… ¿Sólo por recordarlo?

La historia, el pasado (el propio, el de un país) sólo encuentra sentido cuando se aprende de él.  Y como nos decíamos en la escuela, nos permite “comprender el presente” (saber por qué estamos cómo estamos) y al menos, tener la posibilidad de no repetir errores…

La Revolución de Mayo es el suceso más estudiado de nuestra historia escolar: 1 hora por año en cada acto de los tres niveles y alguna que otra clase especial nos daría 40 horas.  Es decir: casi 2 días de nuestra vida (los ya adultos) dedicadas a hablar de la revolución.

Está claro que hablar del pasado por hablar no tiene el mínimo sentido. Saquemos entonces una imaginaria hoja en este examen sin nota y comprobémoslo.

¿Cuándo es el cumpleaños de la Patria? ¿Por qué se dio en esa fecha? ¿Por qué la Junta era “provisoria”?  (ya ahí arrancamos mal).  En la pintura donde estaban todos alrededor de la mesa ¿pensaban lo mismo? Si el pueblo quería saber lo que pasaba… ¿Quiénes estaban adentro del Cabildo?   

Si nacimos como país en esa fecha ¿Por qué tardamos tanto para tener independencia, gobierno nacional y una constitución? Si todos cantaban y festejaban el 25 ¿Qué pasó del 26 en adelante?

La revolución es más que un Cabildo, una lluvia y un pedazo de mazamorra caliente..  Dejemos para siempre a un lado los debates sin sentido: ¿Llovía? ¿Había paraguas? ¿Había empanadas? ¿El cabildo era más grande?  El sol del 25… ¿Viene asomando o no? (Y demás situaciones a las que nos llevó esta historia “Made in Hollywood”).

Siempre discusiones banales… A ver: uno no espera (una vez pasado por este mundo) ser recordado por haber usado o no corbata, o si le gustaba comer de postre queso y dulce. Sin embargo, esto es lo que muchas veces hacemos con la fecha que dio inicio a la formación, al nacimiento de nuestro país… Miren si será importante que es feriado y ¡no trasladable!  Por algo será…

Los escépticos, los que creen que el progreso es sólo mirar para adelante y que el pasado nada aporta “porque ya pasó” deberían tener presente que el pasado no sirve si no se aprende de él, y si no se aprende siempre se caerá en los mismos errores, incluso podremos olvidar los aciertos.

Aprendamos algo de lo que nos dejó la Revolución de Mayo. Aprendamos que los sucesos exteriores condicionan lo que puede pasar aquí adentro pero no lo determinan: depende siempre de la reacción de lo que hagan los que están aquí. Si no, pregunten por San Martín cuando vio por primera vez la cordillera, o a la gente de Buenos Aires en la segunda invasión inglesa cuando desde la costa se acercaban más de 100 barcos a un pueblo que no tenía ni una sola nave de guerra.

Basta de “los Hombres de Mayo”. El amor a la Patria no tiene género. Ahí también estuvieron:  Manuela Pedraza, Mariquita Sánchez Casida Igarzabal, Guadalupe Cuenca, Remedios del Valle (quien seguramente tuvo más valor que el billete de 10 mil pesos que la dibuja).  Estas mujeres eran algo más que “donantes de joyas o esposas o hermanas de…”.

Aprendamos de Mayo de 1810 que si los hombres se unen sólo con el proyecto de sacar a otros, el resultado no siempre es bueno: preguntemos a Saavedra por Moreno, o a Lavalle por Dorrego. Y comprendamos, también, que un país no se hace sólo con los Moreno, los Saavedra o los Belgrano:  Sin los que acompañaron y pelearon, ellos no hubieran sido nada.

Entendamos, también, que tampoco pasaba por vivir muchos años para dejar una huella, ideas o significativos proyectos:  Moreno no alcanzó a cumplir 30 años, Castelli (el ideólogo de la revolución) no pasó los 40 y Belgrano, con todo lo que hizo, no superó los 50 años…

Los que creen que hay otra vida después de la muerte, tengan cuidado: Por aquí deben andar Belgrano, Castelli, Moreno… No son de la AFIP, pero bien podrían pasarnos factura. Porque llegan estas fechas y algunos sólo agradecen que haya “feriados XXL”, ¿Qué suponemos que dirían escuchando hoy cosas que los patriotas postulaban hace más de 200 años?

Por ejemplo, podemos citar al Manuel Belgrano diciéndonos que hay que inspirar el amor al trabajo; que hay que fomentar la industrialización. Que no hay que importar lo que aquí se produce. Que sin Educación nunca seremos nada. Que hay que llevar conocimientos a todos, a Hombres y mujeres, gratuita e igualitaria…  Sí, Belgrano lo escribió en 1802 cuando Sarmiento aún no estaba ni en el proyecto de sus padres. (Parece que la historia le dio los derechos de autor no al creador de la propuesta, sino al sanjuanino)

Mariano Moreno nos diría que mucha calle, mucho homenaje, pero que si se le hubiera hecho caso a lo que él decía, por ahí nos ahorrábamos más de un problema… Y cito a Moreno: “El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien…deben aspirar a que nunca puedan obrar mal”. “El que no sienta la ambición de saber que busque para vivir un pueblo bárbaro o de esclavos lejos de estas tierras”. “Darle importancia a la instrucción y a la educación es el mejor método contra las tiranías”.

¿Y Castelli? “Se puede luchar por lo que parece imposible… haciéndolo posible!” Así, podría estar todo el día… Lo cierto es que Castelli tenía razón, el 25 de mayo de 1810 todo estaba por hacerse y parecía imposible.

214 años después aún quedan cosas por lograr y en honor a los que tantas veces recordamos esta fecha, hagámoslo posible.

Este pequeño examen concluyó… ¡Viva la Patria!

(*) Profesor de Historia. Discurso pronunciado el 25 de mayo de 2024, durante las celebraciones oficiales organizadas por la Municipalidad de Campana.   

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