Sebastião Salgado deja un legado imborrable como uno de los grandes maestros de la fotografía documental, uniendo arte, conciencia social y compromiso ambiental.

Nacido en Aimorés, Minas Gerais, Brasil, Salgado se formó inicialmente como economista y trabajó para el Banco Mundial antes de dedicarse a la fotografía en la década de 1970.

A lo largo de su carrera, Salgado documentó la condición humana y la belleza natural del planeta en más de 130 países. Sus proyectos más emblemáticos incluyen Workers, Exodus, Genesis y Amazonia, todos ellos en blanco y negro, capturando tanto el sufrimiento como la dignidad de las personas y la majestuosidad de la naturaleza.

Junto a su esposa, Lélia Wanick, fundó en 1998 el Instituto Terra, una organización dedicada a la reforestación y restauración del Bosque Atlántico brasileño. Gracias a su labor, se recuperaron más de 297 especies de árboles nativos en un área de 710 hectáreas.

Su vida y obra fueron retratadas en el documental La sal de la Tierra (2014), codirigido por su hijo Juliano Ribeiro Salgado y Wim Wenders.

Falleció este viernes a los 81 años, tras una leucemia derivada de la malaria que contrajo en 2010 mientras trabajaba en Indonesia.

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