La entrada a la ludopatía es a través de los jueguitos” advirtió este lunes por la mañana la Lic. en Psicología Sandra Santágelo a unos 400 alumnos secundarios reunidos en el espacio DAM de Zárate a cuento del evento de graduación 2024 de los Programas Educativos de Toyota. (ver nota aparte)👈

Especializada en adicciones, Santángelo trabaja para el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires en el CPA de Zárate, y también presta sus servicios en empresas privadas de Zárate y Pilar. Además, colabora como voluntaria en todo lo referido a las Casas Convivenciales de la obra Don Bosco, creadas para el abordaje y tratamiento de las adicciones.

Toyota reservó el final de la reunión para la charla preventiva de la terapeuta, que incluyó una breve encuesta electrónica (anónima y no obligatoria) que completaron 129 de los adolescentes presentes: “10% de ellos reconocieron conductas y pautas incorporadas que tienen que ver con la ludopatía: Por ejemplo, fallan sistemáticamente cuando intentan controlarse para jugar menos tiempo o dejar de jugar. También reconocen que han perdido interés en otras actividades… pensemos que tienen un entorno saludable, terminaron su secundario, tienen inquietudes.  El observatorio de drogas de la provincia de Buenos Aires señala que entre los jóvenes que juegan todos los días, 7 de cada 10 se vuelven adictos”.

El ejercicio propuesto por la psicóloga no tiene valor diagnóstico, pero no por eso deja de ser orientativo: 12.4% reconocieron que necesitan jugar cada vez más tiempo para lograr satisfacción. 20% juega para escapar o aliviar un estado de ánimo negativo.

La ludopatía no es una problemática nueva, pero ahora se ve potenciada por la tecnología disponible, además de prácticas que se van complejizando e insertando cada vez más en la sociedad. No creo que haya que prohibirlas, pero sí es necesario que los adultos regulemos esta práctica, porque el problema no está en jugar. En todo caso el problema es cuando prácticamente lo único que me importa en la vida es jugar. Y por jugar, dejo de lado otro tipo de actividades como pueden ser las sociales, las deportivas, educativas e incluso laborales”, reflexiona Santágelo.  

Luego de más de dos décadas trabajando la problemática en Zárate, ¿Qué nos puede decir desde su experiencia en el territorio?

Nosotros en Zárate comenzamos a recibir más consultas por ludopatía cuando se instala el Bingo en la ciudad hace unas dos décadas atrás. Pero en esa época estaba todo más acotado y teníamos más herramientas incluso desde lo legal, por ejemplo prohibiendo el acceso del paciente al Bingo… de alguna manera lo podías cuidar y se podía trabajar con él. Igual, también hay que aclarar que el Bingo no es malo de por sí: es fuente de trabajo y esparcimiento, no de sufrimiento o dependencia. El problema surge cuando hay gente que no se sabe manejar. Hoy por hoy es mucho más complicado abordar la ludopatía, porque el paciente no necesita salir de su casa para seguir jugando por dinero: se tiene acceso al juego a través del celular y las billeteras virtuales. Hasta hace dos años no existía prácticamente la adicción por las apuestas on line; y hoy me llega un paciente por semana… Además de la adicción en sí, lo preocupante es que ante la desesperación del paciente, aparecen ideas suicidas. Entonces, cada vez son más los adolescentes que en esa búsqueda de dejar de sufrir visualiza al suicidio como un recurso válido.

Usted también es convocada por empresas privadas…

En el ámbito laboral me encuentro con adultos que me vienen a consultar por su hijo, por un amigo… o por ellos mismos. Hay gente que se juega todo el sueldo. Las apuestas no hacen diferencias entre clases sociales. Visto desde lo neurobiológico, este sistema de recompensas enloquece al cerebro dado que se engancha con el refuerzo aleatorio o intermitente… en la íntima falsa certeza de que en algún momento va a ganar. Lo cierto es que la gente cuando menos dinero tiene, más juega. Y si bien en algún momento pueden ganar algo, nunca se recuperan porque no pueden parar y siempre terminan perdiendo. Es un pensamiento mágico el que se instala. En las casas convivenciales de la Obra Don Bosco cuando abordamos una adicción, siempre hay una sustancia de por medio. Sin embargo, ya tenemos muchachos que están internados por esta adicción sin sustancia y que tiene que ver con el juego.

Usted mencionó el Bingo como un disparador puntual en Zárate ¿Puede reconocer otros hitos tan específicos?

Esto se exacerbó con la pandemia. El aislamiento hizo que los jóvenes se vinculen y dependan aún más de las pantallas. La ludopatía es muy difícil trabajar en prevención porque son prácticas que están muy naturalizadas, además de haber toda una movida publicitaria que juega en contra. Si bien ahora se está tratando de reglamentar este aspecto en particular desde el Congreso de la Nación, lo cierto es que estamos llegando tarde: el paciente ya es adicto al juego y tenemos que trabajar desde el sistema de salud. Por eso tenemos que replantearnos como adultos, incluso desde el sistema educativo, en qué estamos fallando. Por qué no sabemos transmitir herramientas que les permita a nuestros jóvenes transitar los momentos difíciles que tiene la vida… entender que las apuestas, lejos de solucionar, seguramente le estén sumando más problemas a mi vida.

¿Cómo uno puede reconocer problemas de conducta relacionadas con los juegos en general, y las apuestas en particular?

Lo básico es perder la capacidad de resistir el impulso a jugar, inquietud, irritabilidad cuando no juega, posterga o no completa actividades para volver a jugar. Y cuando hablamos de apuestas ya entran conductas tales como engaños a la familia y amigos; se vuelve a jugar para recuperar el dinero perdido; una alta preocupación por los juegos de azar… todo se va complejizando con una adicción que nos puede llevar a delinquir para cubrir deudas o seguir jugando; incluso, ya lo mencionamos, aparecen ideas suicidas.  

INFORMACIÓN ÚTIL

0800-222-5462 Línea Gratuita para Salud Mental y Consumos Problemáticos

141 Sedronar

Reuniones NAR-ANON en Campana para todos aquellos afectados por la adicción ajena. Sábados de 18 a 20 en el subsuelo de la Catedral Santa Florentina (anónimo – no religioso).

Centro de Orientación y Asistencia en Adicciones de la Municipalidad de Campana Becerra y Moreno. Sólo por WhatsApp al 3489 517300

Una respuesta

  1. Pingback: Sala de Redacción

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *