Condenado por dos episodios de abuso sexual infantil, el tristemente célebre sacerdote católico Julio César Grassi (68) cumple su condena en el pabellón 6 de la Unidad Penitenciaria 41 de Campana.

Hoy al mediodía el Tribunal en lo Criminal 1 de Morón le negó el beneficio de la libertad condicional que había solicitado tras haber cumplido dos tercios de su condena.
Según se explicó, la solicitud es inconducente ya que el beneficio solicitado no aplica para los delitos por los que fue condenado y de los que continúa declarándose inocente.
Grassi -quien se recibió de abogado el año pasado y se representó a sí mismo en esta instancia – fue condenado en 2009 a 15 años de cárcel tras los hechos ocurridos en la fundación “Felices los Niños” de Hurlingham.
Durante su fallida presentación, que realizó desde manera remota desde Campana, señaló: “Tienen que quedarse tranquilos: en la externación me voy a comportar como corresponde”.
Saldrá en libertad en mayo del 2028.