Suecia decidió revisar su plan de digitalización en las escuelas primarias y destinar 110 millones de euros en dos años para otorgar un texto a cada estudiante por asignatura.
La decisión se basa en un retroceso en los resultados del informe PIRLS 2021 que evalúa la comprensión lectora en estudiantes de 4to. de primaria. Si bien los suecos mantuvieron un puesto bastante alto y superan en puntaje al promedio de la Unión Europea, están por debajo de los resultados alcanzados en la prueba anterior. La próxima evaluación será en el 2026.
“El informe PIRLS es una señal de que tenemos una crisis de lectura en las escuelas suecas. En el futuro, el Gobierno quiere ver más libros de texto y menos tiempo de pantalla en la escuela”, argumentó la Ministra de Educación, Lotta Edholm.

Además de reintroducir los libros de texto, el gobierno sueco quiere fomentar la escritura a mano. En la era digital, cada vez es menos común ver a los estudiantes europeos escribir a mano, ya que la mayoría de las tareas se realizan en computadoras o tabletas. Sin embargo, varios estudios han demostrado que la escritura a mano tiene beneficios para el desarrollo cognitivo y la retención de información.
El hecho de que Suecia haya sido pionero en la digitalización de aulas y ahora decida buscar un equilibrio poniendo énfasis en el papel, supone un cambio de tendencia que contagiará al resto de los países en términos pedagógicos.