Es una de las computadoras públicas más potentes disponibles en Latinoamérica. Su uso será compartido entre el Servicio Meteorológico Nacional y la comunidad científica local.

“Estoy absolutamente seguro de que esta máquina va a estar en el TOP 500”, dijo el Secretario Paz.

Clementina 21” es 40 veces más poderosa que la computadora más potente instalada actualmente en la Argentina, que es la que utiliza el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para desarrollar sus pronósticos. A su vez, multiplica por 65 la capacidad de cómputo total instalada en sistemas de uso abierto a disposición de la comunidad científica y tecnológica argentina.

Adquirida a la empresa Lenovo, está construida con la tecnología más avanzada del mundo combinando Unidades de Procesadores Gráficos (GPUs) y Unidades Centrales de Procesamiento (CPUs) en una arquitectura híbrida ideal para aplicaciones vinculadas a la Inteligencia Artificial, para resolver problemas relacionados con el modelado del clima, cuencas petroleras, corrientes marinas, diseño de drogas y de nuevos materiales, entre otras.

La instalación del equipo surge de un acuerdo estratégico entre el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Ministerio de Defensa, el Servicio Meteorológico Nacional y el CONICET, que aprobaron en diciembre de 2021 la Iniciativa Nacional de Supercómputo.

Esta supercomputadora estará a disposición de toda la comunidad científica y tecnológica de la Argentina bajo la administración del Sistema Nacional de Computación de Alto Desempeño (SNCAD), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Así, cualquier investigador o investigadora podrá presentar proyectos para utilizar tiempo de cómputo, los que serán evaluados por un comité de expertos que asignará los recursos computacionales a cada uno de ellos.

El 10% del tiempo de uso estará reservado para el uso del SMN, donde se hospeda el equipo, y podrá utilizarlo para el diseño de pronósticos con modelos numéricos operativos de mayor precisión.

Además, prevé realizar pronósticos operativos en diferentes modalidades: ensamble en alta resolución y asimilación para Argentina completa con resolución de 4 km; ocho pronósticos al día de 4 km a un plazo de seis horas, con un tamaño del ensamble de 40 miembros; análisis cada diez minutos con datos de radar asimilados; ensamble de baja resolución y asimilación; control de la región Antártica con 5 km de resolución; y plazo de pronóstico del tiempo a 72 horas.

Luego de su puesta en marcha, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Daniel Filmus mencionó: “Ahora que se está discutiendo si la ciencia debe ser privada y qué papel juega el Estado en la ciencia. Los países centrales y aquellos que lograron crecimiento son los que invierten en CyT. Argentina ha dado muestras que aun en condiciones difíciles tiene excelentes posibilidades de integrarse al mundo con su capacidad de desarrollo científico tecnológico. No me imagino ningún sector privado en Argentina que pudiera comprar una supercomputadora de 1.740 millones de pesos al servicio del todo el SNCTI. Nuestro sector científico tiene un entramado de interacción con el sector privado. Se trata de un Estado que invierte fuertemente para traccionar la inversión privada”.

BASTONES LARGOS

La flamante computadora fue denominada de ese modo en alusión a “Clementina”, la primera computadora de uso científico instalada en 1960 en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, gracias a la gestión de Manuel Sadosky, y la creación del vanguardista y pionero “Instituto de Cálculo”.

Sin embargo, todo el potencial desarrollo en marcha se vio interrumpido por el gobierno militar de Juan Carlos Onganía y sus “Bastones Largos”. Ya obsoleta, la Clementina original fue desactivada a principios de los años 70.

La Clementina original utilizada por Sadosky disponía de sólo 5Kb de memoria RAM, medía 18 metros de largo y pesaba 500 kilos, a diferencia de la versión actual, que ocupa aproximadamente un espacio de 3 metros cuadrados.

Aunque la capacidad de cómputo de esa máquina no impresiona en la actualidad, hace 61 años esas cifras eran asombrosas. Fue la primera computadora científica de Argentina, encargada de resolver cálculos complejos y un símbolo del proyecto que buscaba impulsar la ciencia y tecnología del país.

Su nombre real era “Mercury” y llegó en barco desde la fábrica británica Ferranti en 1960. Pero ya instalada en el Instituto de Cálculo, fue rebautizada “Clementina” debido a que al finalizar los cálculos solicitados, la máquina tocaba los acordes de la canción “Oh my darling Clementine“.

La Clementina original disponía de solo 5Kb de memoria RAM, medía 18 metros de largo y pesaba 500 kilos.

TOP 500

Una supercomputadora es un ordenador con capacidades de cálculo muy superiores a las comunes, que además está orientada a fines específicos. La mayoría de las supercomputadoras se componen de muchas CPUs (Unidades Centrales de Procesamiento, por su sigla en inglés) menos poderosas pero trabajando de forma conjunta con un objetivo común, aumentando así tanto la potencia como su rendimiento por separado.

La unidad de medida usualmente utilizada para expresar la potencia de cálculo de una supercomputadora es el “FLOPS”, la sigla en inglés para “Operaciones de Coma Flotante por Segundo”  (Floating Point Operations Per Second) que refiere a “cuántas operaciones matemáticas que involucran números reales con decimales por segundo puede hacer” explica el Secretario de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio de Ciencia, Juan Pablo Paz.

En la actualidad, se suele utilizar la medida PetaFLOPS y, como el prefijo “peta” hace referencia a un factor de 10 a la 15va potencia, un petaFLOPS equivale a mil billones de FLOPS. Otras formas de expresar la potencia son “ExaFLOPS” (10 a la 18°), “teraFLOPS” (10 a la 12°), “gigaFLOPS” (10 a la 9°) o “megaFLOPS” (10 a la 6°).

“Clementina XXI” tiene un rendimiento máximo real de 2 petaFLOPS o 2.000 teraFLOPS, con la particularidad que será posible a futuro ampliar la capacidad de cálculo agregando unidades de procesamiento sin necesidad de modificar la estructura de base.

Estoy absolutamente seguro de que esta máquina va a estar en el TOP 500“, dijo Paz luego de la puesta en marcha. El TOP 500 es una lista de referencia mundial y actualización bianual de las 500 supercomputadoras más poderosas del mundo utilizando la prueba de rendimiento comparativa.

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